El 24 de julio hemos regresado a Barcelona para comenzar en Septiembre otra etapa de nuestra vida. Gracias Sydney porque nos llevamos muchos nombres en el corazón, la bondad de sus gentes, vida sencilla, sueños grandes, mucha risa, mucho amor y un gran sentido de agradecimiento por todo lo que nos ha brindado como Misioneras de Nazaret.